jueves, 20 de junio de 2013

Estudiantes ganan un amparo contra privilegios en la UASD

Estudiantes ganan amparo contra la UASD

Los estudiantes sometieron a la universidad por violación al derecho a la igualdad en el proceso de inscripción. Este resultado beneficia a más de 170 mil estudiantes.
El pasado 25 de abril un grupo de estudiantes de derecho inició un proceso judicial contra la Universidad Autónoma de Santo Domingo, consistente en un recurso de amparo por violación al artículo 39 de la Constitución, sobre Derecho a la Igualdad. Los estudiantes alegaron que la universidad estaba violando el derecho a la igualdad al otorgar privilegios en el proceso de inscripción a estudiantes carentes de méritos.
Según explicaron, más diez mil estudiantes se inscribían con privilegios cada semestre, lo que provocaba una congestión en las secciones, quedando así muchos estudiantes sin la posibilidad de seleccionar materias. Un reporte estadístico de la Oficina de Planificación Universitaria de la UASD, muestra que del semestre 2011-2 al semestre 2013-1, apenas año y medio, hubo un descenso en la matricula activa de la universidad de 12,707 estudiantes, situación alarmante que los estudiantes alegan está relacionada a las fallas en el proceso de inscripción.
La Primera Sala del Tribunal Superior Administrativo, de Jurisdicción Nacional, en sentencia No. 148-2013, de fecha 16 de mayo de 2013, acogió el recurso de amparo contra la UASD, fallando a favor de los accionantes Julissa Álvarez Cordero, Nathaly Ramírez Díaz y Claudio Antonio Caamaño Vélez, estudiantes de derecho, quienes llevaron por si mismos dicho proceso, sin asistencia de abogados. Este resultado favoreció a más de 170 mil  estudiantes de todo el país.
En el numeral VIII) de la motivación de la sentencia los magistrados expresaron que la autonomía universitaria consiste en “una garantía que permita a los entes de educación superior darse su propia normatividad, estructura y concepción ideológica, con el fin de lograr un desarrollo autónomo e independiente de la comunidad educativa, sin la injerencia del poder político”. Así mismo se expresa en el numeral XXI) que la presente decisión no constituye en modo alguno violación a la autonomía universitaria, sino un límite a la misma que encuentra justificación objetiva y razonable en la atención a los intereses concurrentes y a las particulares condiciones que la situación genera en el acceso a la educación superior.
La sentencia No. 148-2013 intima a la UASD a emitir una Resolución que elimine cualquier privilegio que atente contra el artículo 39 de la Constitución Dominicana, referente al Derecho a la Igualdad. 
Los estudiantes accionantes expresaron que esto supone una nueva etapa en los procesos de las luchas civiles. Planteando además que es momento de que la ciudadanía se empodere para producir cambios concretos.
Al referirse al tema Nathaly Ramírez expresó que “entendemos que como estudiantes de derecho tenemos el deber con nuestro país de ir sentando precedentes jurídicos que permitan que el derecho evolucione enfocándose a las necesidades actuales”, así mismo dijo que este resultado crea un nuevo referente en las acciones jurídicas contra instituciones estatales que vulneran derechos fundamentales. Por su parte Julissa Álvarez afirmó que “los ciudadanos podemos enfrentar la injusticia no importa que tan superior pueda parecer el emisor ésta”.

Caamaño Vélez aprovechó para agradecer a los estudiantes que brindaron su apoyo en este proceso, invitando a la población a tener fe en la justicia, al tiempo que planteó que “este resultado contribuye a la democracia y la institucionalidad de la UASD y el país, es un avance hacia un verdadero Estado de Derecho en la República Dominicana”.

martes, 18 de junio de 2013

Invitación a rueda de prensa


HOY SE CUMPLE EL ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE MÁXIMO GÓMEZ

El 17 de junio de 1905 falleció el Generalísimo Máximo Gómez Báez, a la edad de 68 años.

Insigne revolucionario y jefe militar de excepcionales cualidades. Llegó a ocupar las más altas responsabilidades dentro del Ejército Libertador de Cuba durante las luchas independentistas frente al coloniaje español.
Nació en Baní, República Dominicana, el 18 de noviembre de 1836. En su isla natal alcanzó el grado de capitán dentro del ejército español. En 1865 se estableció en Cuba con su familia y poco tiempo después pidió su licenciamiento; se dedicó al cultivo de la tierra y comenzó a relacionarse con los cubanos que conspiraban por la independencia.
El 14 de octubre de 1868, cuatro días después del inicio de la primera guerra independentista, se sumó a las fuerzas insurrectas. El 18 de octubre, Carlos Manuel de Céspedes lo ascendió a Mayor General.
Fue el más brillante soldado, el General en Jefe, “Generalísimo” del Ejército Libertador, por sus gloriosas hazañas por la libertad de su amada Cuba, la segunda Patria querida, por la que luchó y se sacrificó durante más de 30 años, a veces, recordando lo que le prometiera Martí: "Yo ofrezco a Ud. sin temor de negativa, este nuevo trabajo, hoy que no tengo más remuneración que brindarle el placer de su sacrificio y la ingratitud probable de los hombres."
La ingratitud no hizo mella en su cariño por el pueblo cubano. Así, cuando la Asamblea del Cerro acordó su destitución como General en Jefe, puesto que las discrepancias habían llegado a su clímax y se resquebrajó la imprescindible unidad, hizo un Manifiesto a la nación, donde expresó:
"…Extranjero como soy, no he venido a servir a este pueblo, ayudándole a defender su causa de justicia, como un soldado mercenario; y por eso desde que el poder opresor abandonó esta tierra y dejó libre al cubano, volví la espada a la vaina, creyendo desde entonces terminada la misión que voluntariamente me impuse. Nada se me debe y me retiro contento y satisfecho de haber hecho cuanto he podido en beneficio de mis hermanos. Prometo a los cubanos que, donde quiera que plante mi tienda, siempre podrían contar con un amigo."
El 2 de abril de 1899 en carta abierta a su esposa Bernarda Toro, Gómez expresó en relación con la situación del país:
“Los que esperan, están desesperados. Como yo no espero nada, estoy muy tranquilo con mi inesperada situación, descargado de toda responsabilidad y gozando del cariño de este pueblo que ahora más que nunca, me lo ha demostrado, comprometiendo, por modo tan elevado y sentido, mi gratitud eterna.
…La actitud del Gobierno Americano con el heroico Pueblo Cubano, en estos momentos históricos, no revela a mi juicio más que un gran negocio… Nada más racional y justo, que el dueño de una casa, sea el mismo que la va a vivir con su familia, el que la amueble y adorne a su satisfacción y gusto; y no que se vea obligado a seguir, contra su voluntad y gusto, las imposiciones del vecino. La situación pues, que se le ha creado a este pueblo, de miseria material y de apenamiento, por estar cohibido en todos sus actos de soberanía, es cada día más aflictiva, y el día que termine tan extraña situación, es posible que no dejen los americanos aquí ni un adarme de simpatía.”
“El Viejo”, como le decían con respeto sus compañeros de armas, decidió trasladarse aSantiago de Cuba, donde vivía uno de sus hijos, para allí descansar por algún tiempo.
La guerra le había arrancado a uno de sus hijos amados: Panchito Gómez Toro; cuatro murieron a causa de la precariedad y la miseria que la familia debió afrontar fuera de Cuba; a varios de ellos no los pudo ver crecer y espigarse haciéndose hombres y mujeres. Por eso, una vez terminada la contienda bélica, resultaba prioridad para él compartir el mayor tiempo posible con su familia.
El Generalísimo se trasladaría en tren hacia el Oriente. La despedida en la terminal, ubicada en el lugar que actualmente ocupa el Capitolio, fue un acontecimiento en la ciudad, la mayoría acudió para despedirlo, mientras en todas las paradas una muchedumbre lo esperaría para saludarlo y vitorearlo; tanto era el cariño y el reconocimiento.
La efusividad de los saludos le hicieron daño. Aparentemente todo comenzó por la lesión en una mano, por donde penetró la infección que se extendió por todo el cuerpo agotado por los años y el desgaste de las penalidades sufridas en las guerras.
Hubo que regresarlo a La Habana. Al conocerse su muerte, el suceso corrió de boca en boca, se adueñó de los hogares y llenó de luto y duelo los corazones de cuantos veían en el viejo guerrero la encarnación del valor y las virtudes cívicas.
(Tomado de Granma y de Cubadebate)