lunes, 14 de diciembre de 2015

No por gusto; por amor, por compromiso

Por Claudio A. Caamaño Vélez
@ClaudioCaamano (IG y TW)

Escucho personas decir: “no me gusta la política”. Como si uno sólo hace las cosas que le gustan. Como si administrar un país fuera un pasatiempo y no una responsabilidad. La más grande de todas.
Cuando una persona vomita en una casa, no es fácil recoger ese vomito, pero hay que hacerlo. Ante un sistema político tan asqueroso, tenemos que arremangarnos la camisa y ponernos a limpiar. No por gusto, por compromiso, porque es un deber.
Para los que nos roban el presente e hipotecan nuestro futuro, para ellos si la política es un placer. De ella sacian sus lujos y sus excesos. Pero lo que hacen ellos no es política, sino “politiquería”. Debemos erradicar ese nefasto modelo de dirigente político, y eso sólo se hace ocupando los espacios que ellos ahora ocupan.
Invito (les hago un llamado a que cumplan con un deber) a las personas que al igual que yo desean un mejor país, a que entren a la política, para hacer política de verdad. Que los líderes del nuevo modelo político dominicano estén movidos por el amor a este país; por el amor a este pueblo que merece una mejor realidad.

Nuestro país necesita hombres y mujeres que no estén en la política por gusto, sino por compromiso. Es un deber rescatar nuestro país de los malos caminos en que lo han puesto. Los espacios de poder nunca están vacios, o los llenamos los honestos o los llenan los perversos.

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