Va gruñendo impaciente el león,
inspirado en el grito seguido
que de nuevo le llama ladrón.
¡Ha encontrado por fin su apellido!
Él ha sido señor de la selva
que procura reinar un milenio,
mas el grito sugiere no vuelva
a intentar otra vez con su ingenio.
De las lomas un eco vacío
se confunde con miles tormentas
mientras alguien repite "¡lo mío!",
mientras nadie repasa las cuentas.
¿Dije "nadie"? ¿No sé lo que dije?
Es preciso aclarar mi canción.
Ya despierta mi pueblo, que elige
nuevos aires y nuevo timón.
Brota un verso del fondo del alma;
va creciendo valiente el tesón.
El cantor ha escalado una palma;
se estremece en su furia el león.
Cristino Alberto Gómez
1° de octubre de 2014
inspirado en el grito seguido
que de nuevo le llama ladrón.
¡Ha encontrado por fin su apellido!
Él ha sido señor de la selva
que procura reinar un milenio,
mas el grito sugiere no vuelva
a intentar otra vez con su ingenio.
De las lomas un eco vacío
se confunde con miles tormentas
mientras alguien repite "¡lo mío!",
mientras nadie repasa las cuentas.
¿Dije "nadie"? ¿No sé lo que dije?
Es preciso aclarar mi canción.
Ya despierta mi pueblo, que elige
nuevos aires y nuevo timón.
Brota un verso del fondo del alma;
va creciendo valiente el tesón.
El cantor ha escalado una palma;
se estremece en su furia el león.
Cristino Alberto Gómez
1° de octubre de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario