Hasta cuando lo seguiremos permitiendo
Por Claudio A. Caamaño Vélez
En días pasados vimos
como el Ministro de Turismo celebró por todo lo alto los quince años de su hija.
Pero eso ya no es noticia. Ni tampoco es noticia que el Palacio Nacional de la
República Dominicana fue usado de escenografía privada.
Es triste ver como los
funcionarios dominicanos han perdido hasta el cuidado de restregarle en la cara
al pueblo el fruto de su “gestión”. Me pueden presentar todo tipo de argumento
a favor de la legalidad de las fastuosas fortunas de algunos funcionarios
públicos, pero nadie me arranca la verdad de que ese dinero que ostentan le fue
sustraído a nuestro pueblo.
Si es peligroso que un
“servidor público” se enriquezca desmedidamente, más peligroso aun es que
pierda el temor de exhibirlo, pues eso deja ver el nivel de degeneración social
y política en que ha caído nuestro país. No solamente nos han atado las manos
para que no defendamos lo que es nuestro, también nos han vendado los ojos para
que no veamos la injusticia aunque la tengamos en frente.
No sé con certeza si los
mismos funcionarios son capaces de entender la burla a la miseria de este
pueblo que ellos llevan a cabo. Lo digo porque muchas veces la burbuja de
cristal en donde viven nos les deja ver ciertas cosas, les hace perder
sensibilidad social.
Espero al menos, que la
arrogancia, la prepotencia y la fastuosidad con que se conducen muchos de los
cabecillas de la administración pública, sea fruto de una insensibilidad
provocada por el exceso de lujos y lambones, y no por un vil sentimiento de
inmunidad y descaro.
tienes toda la razon hermano, Republica Dominicana sumida en la pobreza y el hambre, y otros cada dia mas haciendose mas rico, que pena me da la verdad. saludos a claudia y a manfredo claudio.
ResponderEliminarMuchas gracias hermano por compartir ese mismo sentimiento. Un fuerte abrazo para ti. C.C
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