¿Con
qué moral viene la Organización de Estados Americanos a nuestro país? El
problema no es que nos supervisen; indigna que la OEA se sienta con la moral de
hacerlo.
No le
importan los Derechos Humanos, ni el desarrollo de los pueblos de América. En
nombre de la “paz” y los “derechos”, han llenado de sangre a todo un
continente, validando invasiones y reconociendo criminales dictaduras.
¿Donde
ha estado la OEA durante los golpes de Estado en América? ¿Dónde estuvo cuando
el golpe de Estado a Allende o a Jacobo Arbens? ¿Durante las dictaduras militares
en Argentina o los 35 años de férrea dictadura de Alfredo Stroessner en
Paraguay? ¿Dónde estuvo la OEA cuando nos arrancaron la democracia en 1963 o
actualmente durante los atropellos a latinos y negros en Estados Unidos?
Hace
justo 50 años la OEA legalizó la invasión militar norteamericana a nuestro
país. Puso su sello de aprobación a más de 45 mil soldados que mancillaron
nuestro territorio. En lugar de condenar a EE.UU, les designó “Fuerza
Interamericana de Paz”. Como si de esa forma los fusiles de los marines se iban
a convertir en ramos de rosas.
Esa
misma OEA, porque es la misma, alegaba que los constitucionalistas eran comunistas
violadores de monjas y novicias, que Caamaño estaba loco y andaba con la cabeza
de un general clavada en la punta de su fusil, incluso, que el Che había venido
en un submarino a traer armas; así lo recoge la prensa internacional de la
época. Todo eso para justificar lo injustificable: la masacre de los Estados
Unidos contra un pueblo que luchaba legítimamente por la restitución de la
democracia.
La
OEA engloba a todos los países de América, pero uno solo es el que manda. Su
función es dar sentido “democrático” a las imposiciones de Estados Unidos. Este
último, el principal detrás de todo esto, que a base de dinero y armas avasalla
al mundo, no tiene moral para señalar nada a ningún país de la Tierra. Ni
siquiera ha suscrito la Convención Interamericana de los Derechos Humanos, y en
nombre de estos a pisoteado la soberanía y los derechos de toda Latinoamérica.
Somos
un país libre y soberano, no porque la OEA, ni la ONU, ni los Estados Unidos
nos hayan hecho ese regalo. Defendamos con dignidad el derecho que con tanto
sacrificio nos hemos ganado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario