Por Claudio A. Caamaño (hijo)
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Twitter: @ClaudioCaamano
Qué pena me dio cuando un amigo me envió un mensaje que Danilo Medina publicó en su cuenta oficial de Twitter, donde decía: “Muy agradecido por el apoyo recibido de la familia Caamaño. Gente respetada y de gran valor”. Al principio me pareció una broma del mal gusto, pero lamentablemente era cierto.
Ahora los políticos no respetan ni siquiera la honra familiar, hacen cualquier cosa que les permita granjearse unos cuantos votos. La escalada al poder es una carrera que no conoce reglas. Entiendo a Danilo, su afán es llegar, no importa cómo. Lo que no entiendo es la conducta de mis parientes, que prostituyen nuestro apellido.
Entiendo que cada quien debe trillar su propio camino y no aprovecharse del camino que otro trilló con amor, sudor y sangre. Es por eso que me resulta intolerable lo que está pasando con esa pequeña porción de mis parientes que se han tomado la demanda de empañar la trayectoria familiar.
Es cierto, nuestra familia ha contado con individuos muy respetables y de un valor inmenso, pero estoy seguro que ninguno de los que estaban presentes en esa reunión de apoyo a Danilo puede considerarse abanderado de esos buenos principios, lo acaban de demostrar. No quisiera imaginarme la cara de Francisco Alberto Caamaño Deñó al ver su familia postrarse ante el sistema que el tanto combatió.
Mi padre, Claudio Caamaño Grullón, y no lo digo porque sea mi padre, es el Caamaño de mayor valor y respeto que aun respira sobre nuestro suelo. Su opinión ante este hecho no hay que preguntársela, pues la indignación se le nota hasta en la sombra. Ha renunciado infinidad de veces a los beneficios pasajeros y mundanos que le han ofrecido los políticos, y hoy su familia mansilla su nombre.
No sé quien les ha dado el derecho de utilizar nuestro apellido como frase de campaña. Yo soy Caamaño y no estoy de acuerdo, ni creo que ningún Caamaño que se respete estaría de acuerdo. Hay cosas que no se ponen en juego por ventajas politiqueras.
Me disculpan mis parientes, pero se me hace un poco difícil tener respeto por quienes no se respetan a sí mismos.
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